"También ríen en los charcos los inmundos renacuajos cuando rozan el plumaje de algún cóndor que cayó"

sábado, 15 de febrero de 2014

Inéditos de Ayer (el Paladium del Buen Psicópata)

El disco “Paladium” de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota es quizás el más conocido y difundido de sus álbumes piratas, incluso más que el Stud Free Pub, del que ya hablamos. Al parecer es un mix entre dos shows que dieron en la disco bailable Palladium en octubre de 1986 (Oktubre con “k” y la “B” invertida). Palladium estaba en la calle Reconquista 945 (hoy un elegante hotel) en pleno centro de Buenos Aires, era un boliche apto para las bandas en crecimiento y ahí desembarcaron los Redondos entre fines del 85 y principios del 87 época en que sus huestes se multiplicaban (ya superaban las 1000 cabezas por noche) mientras pasaban de Gulp! a Oktubre y preparaban el terreno para Un baión.
El disco fue impulsado por ellos mismos para difundir su destreza en vivo, por eso está grabado de Consola y, al menos, editado mínimamente ya que casi no se escucha la “invasión del público” y no hay conversaciones entre los temas ni descansos ni nada; dos segundos de silencio y a otra cosa. Claramente fue una estrategia Ricotera lanzar este disco a la calle.
De todas las notas de la época de Paladium la que se destaca notablemente es la de Eduardo De la Puente, que flasheó tanto al verlos ese día que pudo describir a la perfección lo que cualquier fanático de la época vivía en esos shows desde su lugar de espectador.
Hoy en día, en internet se consiguen varios shows en Paladium, yo tengo unos seis, algunos muy mal grabados y por eso el mejor es el clásico de Consola, de óptima calidad.


Veamos qué sorpresas contiene este disco.
Los redondos solían abrir los shows de la presentación de Oktubre (ahora si Oktubre con “k” y la “B” invertida) con la Obertura 1812 de Tchaicovsky. En este disco no se registra ese comienzo, y es reemplazado por Fuegos de Octubre. Hace muy poco apareció un video con imágenes recolectadas en varios shows en Paladium, la entrada, los músicos, los camarines. Está grabado en super 8 mudo y mezclado con imágenes de películas del épico director ruso Sergei Eisenstein. Sin más palabras, acá va esta joya


Después de un  lacónico “Hola hola hola” del Indio, se nos viene encima la versión clásica y bien polenta de El Regreso de Mao.


El tercer tema es Canción para naufragios. Es un poco extraño escuchar al Indio tararear claramente “Chile lé  Chile lé lelé”. ¿Hará referencia al naufragio de cierto crucero argentino?

 En Roxana Porchelana encontramos la versión recontra clásica de este inédito, con su también clásico acople inesperado y los coros de Skay que levantan mucho el tema.


Divina TV Führer tiene un coro exagerado pero no se sale de los límites, al igual que La Bestia Pop. El que si va a sonar raro es Jijiji, que denota que el tema no estaba todavía en manos de la gente, no tenía el orden tradicional con el que fue registrado en el disco (arranca igual pero enseguida suma el punteo y sobre el final de la canción se repite la primera estrofa) era un tema que todavía no estaba inmortalizado como se registró en el disco, alguno dirá "el tema todavía estaba vivo". 
Algo un poco más interesante es la versión de Blues de la Libertad que los Redondos grabaran recién en 1996. El tecladista Teocharidis le da la psicodelia y tranquilidad que el tema nunca más tendrá y menos en la versión con vientos del disco Luzbelito. Andrés Teocharidis falleció en un accidente de tránsito en el verano posterior a estos shows. Era amigo de Andrés Calamaro, con formación de música clásica y recién había llegado a Los Redondos. Su fallecimiento fue un duro golpe para la banda, algunos sumando éste a otros motivos se fueron en busca de nuevos rumbos (el Piojo Ávalos, Willy Crook, Tito “Fargo”), Skay se fue a España por unos meses y el Indio y Semilla quedaron a la deriva. Luego, cuando parecía el fin prematuro de los Redondos, el tiempo los volvería a juntar ya con otros músicos. En fin, ésta es la versión que nos queda de un tecladista que, suponemos, hubiera sido un Redondo fijo en la banda, cuyo teclado Hammond (era prestado) estuvo durante mucho tiempo en la sala de ensayos sin que nadie lo reclame y sin que Skay o el Indio decidieran reemplazarlo: con ustedes...Andrés Teocharidis.


Rock para las abejas, con chiflidos y gritos del Indio fuera de micrófono, es un temaso que en el Stud no había sido registrado. Lo escuché por primera vez en este disco.


Semen Up es el tema que considero peor grabado por los Redondos, fíjense qué bien y diferente suena en vivo. La percusión agregada en estos shows estaba a cargo de Claudio Cornelio (invitado, de Don Cornelio y la Zona) y en este tema se destaca. Muy buena versión, a pesar del gran acople típico del frenesí ricotero. Tiene un final destacable, no como el diminuendo registrado en el disco.


En el orden típico de Oktubre (con “k” y la “B” invertida) y muy prolijos y aceitados Preso en mi ciudad – Música para pastillas anteceden al inédito Patricio Disco Show.


Después siguen Ya nadie va a escuchar tu remera anunciando lo efímero de la noche, de la banda y de la vida; Ñamfrifrufifalifrú y Golpe de suerte, para cerrar con Nene Nena. Excelente tema para cantar en un boliche en los ´80 en el centro de Buenos Aires.


Esto es efímero, pero pronto volveremos con más inéditos de ricota. 

domingo, 9 de febrero de 2014

Jaque al Cine II

Como en Jaque al Cine I, estamos descubriendo las películas sobre Ajedrez que alcanzan el título de “Maestros” (o Grandes Maestros) hasta encontrar al “Campeón Mundial” del género.
En la partida de hoy tenemos en un rincón a La Defensa Luzhin (2001) y en el otro, la mal traducida Diagonal del Loco (1984).



La Defensa Luzhin fue dirigida por Marleen Gorris y es una adaptación de la novela La defensa de Nabokov, libro que debo leer pronto (lamentablemente después de haber visto el film, orden no recomendable). Destaca por pertenecer al subgénero que podríamos inaugurar en este preciso momento como Ajedrecístico-Romántica.
Alexander Luzhin, interpretado por John Turturro, es un personaje un tanto especial. Una niñez en Rusia desdichada y marcada por discusiones familiares, rechazo escolar, presiones, y en el medio el juego de ajedrez que se transforma en obsesión, convirtiéndolo en un Maestro del juego y a la vez en un inadaptado social. El film nos muestra un torneo celebrado en Italia en los años 20, donde debe jugar “el juego de su vida”, por partida doble: mientras tiene que vencer al campeón local Turati con todas las presiones que esto conlleva, debe luchar por su amor al conocer a Natalia Katkov (Emily Watson) y su reticente familia de la alta sociedad tana.
El enamoramiento está tratado casi en tono de comedia: el extravagante Alexander no sabe cómo tratarla, la vieja de ella no lo acepta, un pretendiente también de la alta anda revoloteando y en eso aparece el suegro, que es copado pero un tanto quedado. Para más presión aparece un antiguo profesor y tutor (haciendo las veces de “malo de la peli”) que buscará su derrota de la manera más absurda y sólo por celos. A mi juicio, el peor personaje del film, interpretado por Stuart Wilson, aunque compite con la horrenda actuación de Emily Watson. Hay mucha cursilería, eso sí.
Acá podemos ver una de las jugadas entre Alexander de niño contra su tutor.

Cabe destacar la escena en que Alexander comienza a perder confianza y Natalia le propone bailar al ritmo de una orquesta y se intercalan imágenes de la pareja en la cama y los movimientos bruscos del inexperto con los movimientos certeros de las jugadas de ajedrez, hasta culminar con una torre que se desliza de un lado a otro del tablero poniendo en jaque la partida en la cama, y un orgasmo en el tablero.

Buenas locaciones y ambientación que nos hacen creer lo que eran los torneos de la época. Lujosas mansiones con prolijos jardines, trenes del tiempo del ñaupa. El final puede llegar a sorprender, aunque es fiel al estilo Hollywoodense.
La historia no es real pero se dice que está basado en la vida de Von Bardeleben, Maestro de finales del Siglo XIX. Y lo que tiene de bueno este film es que se ven varias jugadas. Incluso sobre el final se da esa jugada polémica que Alexander trata de resolver y que, es una combinación de movimientos (no exacta) de una partida real, y que al parecer no tendría ya que las blancas estarían ahogadas. Acá van las posibilidades. Escucho nuevas resoluciones...


La Diagonal del Loco es una película francesa de 1984 dirigida por Richard Dembo que trata sobre un encuentro por el título mundial de ajedrez entre dos maestros soviéticos. La película es una parábola alegórica de la Guerra Fría retratada en el tablero de ajedrez, por un lado tenemos a un retador joven y promesa Pavius Fromm que es un disidente exiliado lituano, que vendría a representar al capitalismo burgués, y por el otro al sabio veterano y campeón mundial Akiva Liebskird, leal al régimen comunista de la URSS.
Las actitudes dentro del tablero se corresponden con sus diferentes ideologías políticas y su edad, y fuera se dan situaciones e incidentes de todo tipo: presencia de parasicólogos contratados para leer la mente, micrófonos escondidos y paranoias varias. Es la fuerza y el ímpetu del joven capitalismo versus el amor propio del comunismo por no querer verse acabado.
La traducción al español del título no es certera, ya que hay un juego de palabras en francés, la palabra “fou” además de “loco” significa “alfil”.
La película tiene un ritmo perfecto para la temática ajedrecística y además está inspirada (aunque un tanto exagerada) en el gran duelo entre Karpov y Korchnoi en 1978. Incluso hay otras tantas anécdotas entre legendarios jugadores, como el Juego del Siglo entre Spassky y Fischer, lo que para los fanáticos del deporte es un valor agregado.
Las mejores escenas se dan en los planos estáticos que encuadran perfectamente a los jugadores obnubilados por lo que sucede en el tablero y que luego de cada movida se clavan miradas mortíferas. Acá va la que me parece la mejor, con una jugada estupenda:

El final tiene mucho sentido, pero por ahora se los ahorro.


Merecedora de todos los premios que le otorgaron y aunque muchos opinan que es una de las ganadoras del Oscar menos digna de la historia, no tengo ninguna duda en afirmar que es una de las mejores películas sobre ajedrez y que es claramente la ganadora de la jornada.